1 Crónicas 14: 8 “Oyendo
los filisteos que David había sido ungido rey sobre todo Israel, subieron todos
los filisteos en busca de David. Y cuando David lo oyó, salió contra ellos.”
El éxito es motivo de alegría y regocijo, esto
para quien está disfrutando de las mieles de la victoria de alguna meta o sueño
conseguido, pero para los demás quizás no lo sea, antes para estos es motivo de
envidia, de amargura por que quisieran tener o vivir lo que la otra persona está
gozando. Aquí recuerdo una frase de un gran amigo mío que decía, “la realidad es para que quiero yo tener
dinero o poder sino es para echarle tierra a los demás”, en su momento me parecía
una frase un tanto petulante y de cajón, sin embargo
Dios todo lo transforma y lo orienta al verdadero sentido, por esto hoy aprendamos a “echarle tierra a los demás”.
Dios todo lo transforma y lo orienta al verdadero sentido, por esto hoy aprendamos a “echarle tierra a los demás”.
David,
un joven que algún día hallo gracia ante los ojos de Dios, fue elegido para ser
rey de Israel, a pesar de su corta edad, de su sencillez y de su posición por
ser el menor de los 8 hijos de Isaí, es entonces cuando siendo ungido por el
profeta Samuel, el propósito de Dios lo lleva a vencer el filisteo Goliat, convirtiéndose
en escudero del rey Saúl y finalmente pasa a ser Rey de Israel. Cuando esto
ocurre los filisteos, se van en contra de David para acabarlo.
Siempre
que nosotros estamos en mejores condiciones gozando del favor inmerecido de
Dios (Su Gracia), muchas personas q no entienden o no han conocido de la
majestuosidad de Dios, o que simplemente les resulta más fácil negarla, van a
ver en nosotros un objetivo para sus criticas y murmuraciones tendientes a
derribar la victoria o el éxito que el mismo Dios nos concedió.
Para
muchas personas hoy día, es más fácil decir que todo es cuestión de suerte o
que estamos practicando actos delictivos, haciendo quien sabe q cuantas cosas,
para el ojo del corazón envidioso resulta mas cómodo negarse a experimentar por
si mismo la gloria de Dios y sumirse en una amargura en contra de los hijos del
Padre Todopoderoso.
Creo que
siempre que nosotros alcanzamos una posición, una meta, un sueño, logramos
instalar una empresa, comprar una casa, somos el centro de atracción y muchos
quisieran tener lo que hemos logrado con esfuerzo pero reconociendo que ha sido
una bendición de Dios la que nos ha llevado a alcanzar las cosas.
Por esto
amad@s, aprendamos hoy que siempre seremos motivo de miradas y aun mas cuando
somos cristianos que predicamos de Jesucristo vivo, de Dios Padre y del Espíritu
Santo quien nos guía día tras día, entonces practiquemos dos principios que
siempre David aplico en su vida y por esto fue posicionado, prosperado y
honrado por Dios, diciendo de David que era un hombre conforme al corazón de
Dios:
1)
Obediencia: David, nunca se rebeló contra Dios o desconoció
su existencia, mucho menos sus mandatos, si está bien cometió pecado, pero el
mismo se arrepentía de una manera tal que era evidente su dolor al cometer un
acto que no agradaba a Dios, por esto pedía perdón y lo más importante asumía
las consecuencias de sus actos. Salmos 51.
2)
Humildad: Nunca David por ser elegido y ungido para
ser rey quiso pasar por encima del rey Saúl, aunque este se hubiera apartado de
Dios, nunca David quiso levantar su mano en contra suya 1 Samuel 24:6, y aun
ante cada guerra David primero consultaba a Dios su voluntad para poder ir
seguro que Dios lo respaldaría en cada paso que el daba. 1 Crónicas 14:10
Así pues
amad@s, aprendamos a disfrutar de los éxitos y las victorias que Dios nos da,
que el mismo preparo para nosotros pero que nunca nuestro corazón se envanezca
y se vuelva desobediente a sus mandatos o altivo creyendo que todo lo hemos
alcanzado por nuestro único esfuerzo y capacidad, y habrá aun enemigos
codiciando tener lo que nos pertenece, debo decirte que si, así será pero Dios está
ahí contigo, tranquilo deja que Dios siga obrando sobre los demás, y recuerda
aunque no quieras parecerás que estas Echándole Tierra a los Demás.
Dios los
siga bendiciendo
William González Velasco.
M.P.N.
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