Mateo 5:38-39 “Oísteis que fue
dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que
es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele
también la otra;
Todos al
menos una vez hemos recibido una ofensa, o una agresión física o verbal de otra
persona, y hemos terminado pagando con la misma moneda, casi que en nuestra
naturaleza esta la ley Mosaica como dice le v38, ojo por ojo y diente por
diente, se dice que toda acción lleva una reacción si te empujan y caes te
levantas y empujas con más fuerza. El ser humano por naturaleza no es malo, si
este hecho sucediera en unos niños, el que se cae solo encuentra en el llanto
la respuesta a esa
agresión por que no tiene conocimiento de lo que algunos
infundimos como defenderse, que realmente es atacar o vengarse.
El Señor
Jesús nos enseña con una ilustración de una agresión física, El sabe que nos
sentimos molestos cuando nos atacan y más en el rostro que es como pisotear
nuestro orgullo, dice en su palabra “No resistáis al que es malo; antes,” ,
resistir es oponerse, ir en contra de, entonces no debemos ir contra aquel que
consideramos malo por sus actos, seguidamente dice “antes”, indicando que en
vez de ir en su contra hagamos algo diferente, más adelante dice “ a cualquiera
que te hiera en la mejilla derecha”, cualquiera, ya no dice al malo, sino que
cualquiera ósea ahora esta incluyendo al malo, al bueno, al vecino, al
familiar, al amigo, a cualquiera que te hiera la mejilla derecha, debemos por
mandato del Señor Jesucristo, volverle la otra mejilla.
Sé que
muchos están pensando “no pero si me golpean no voy a poner el otro lado para
que me sigan golpeando”, suena un poco tonto, si lo vemos así, pero no es ese
el objetivo que te sigan lastimando o que te sigan agrediendo, el Señor
Jesucristo puso su cuerpo por todos nosotros para que fuese lastimado,
blasfemado, torturado y hasta la sangre derramo por todos, y su vida dejo en la
cruz del calvario, y no movió ni un dedo en contra de sus agresores, ni un
gesto, ni una palabra, y conociendo su santidad ni un mal pensamiento tuvo en
contra de ellos, que pues nosotros por una palabrita o una ofensa, o un
empujón, o una estafa, nos ponemos como
leones heridos en contra de nuestros ofensores.
Entonces
como vuelvo mi otra mejilla?, la otra mejilla es el perdón, perdonar es el arma
más letal en contra de todo conflicto de toda agresión, en el plano espiritual
el perdón es como una bomba atómica lanzada contra la ira, el enojo, el odio y
todo poder maligno, acaso que consiguió Jesús en la cruz sino fue el Perdón de
nuestros pecados.
Si tu
respondes a tu agresor con la misma mejilla que te hirió entonces no podrás
perdonarle, porque ahí tienes el dolor de la herida, físicamente sientes daño
en tu rostro, y sientes el calor de la venganza, porque es tu personalidad, es
tu ego lastimado, y como seres naturales es difícil para nosotros perdonar,
pero si vuelves a él con la otra mejilla con la mejilla del perdón, la mejilla
del Señor Jesucristo, que no tiene heridas y aun si las tiene en todo lo
soporta, entonces con este rostro puedes acercarte a tu agresor, a tu ofensor y
perdonarle.
Tres
principios básicos nos permitirán tomar la actitud correcta y colocar la otra
mejilla la del rostro del Señor Jesucristo,
1
No Pequéis. Efesios 4:26 Airaos, pero
no pequéis; no
se ponga el sol sobre vuestro enojo, tenemos una
tolerancia es que al menos podemos sentir enojo pero no odio, pues cuando
nuestro enojo lo llevamos al corazón es odio, rencor, y ya es pecado, así mismo
no dejemos que pase el tiempo y una controversia nos quite la paz del sueño en
la noche y el amanecer de un nuevo día, son cuentas pendientes que quizás no
podamos saldar a tiempo recordemos que la vida nos la da Dios, hoy vivimos
mañana no sabemos.
2
Perdona siempre. Mateo 18 21-22 Entonces se
le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que
peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun
hasta setenta veces siete. Pedro preguntaba por siete veces por ser el numero de
la perfección de Dios, pero el Señor Jesucristo lo llevo a la maximización de
la perfección setenta veces siete, perdona siempre el perdón no tiene limite numérico
sino en la magnitud de Dios es ilimitado. ¿Cuántas veces crees que Dios te ha
perdonado?. Y aun así lo sigue haciendo si lo buscas con arrepentimiento
sincero, entonces ¿Quiénes somos nosotros para no perdonar?.
3
Venciendo el Mal. Romanos 12:17-21 No paguéis a nadie mal por mal;
procurad lo bueno delante de todos los hombres. Si es posible, en cuanto
dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos, amados
míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la
venganza, yo pagaré, dice el Señor. Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale
de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza. No seas
vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal. Todo lo malo se vence siempre haciendo el
bien, cambia tu actitud veras como tu entorno cambia, podemos cambiar la
sociedad en el nombre de Jesús yo lo creo.
Dios te bendiga hoy y siempre para que puedas
practicar el perdón.
William González Velasco.
M.P.N.
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