Romanos 8:35 “¿Quién nos
separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre,
o desnudez, o peligro, o espada?”
El amor
de Dios es lo más fuerte que existe es la solidez de nuestra vida, por ese
mismo amor envió a su hijo Jesucristo, para que fuésemos nosotros salvos. Por
el amor que Cristo nos enseña mediante la palabra vemos como lo único importante
es el amor.
Por eso
nosotros debemos aprender algo fundamental, el amor no es una opción, no es un
sentimiento, tampoco una necesidad, el amor es un mandato de Dios Padre, fue
restituido por Jesús en medio del pueblo y dejado como legado entre
nosotros Juan 13:34 “Un mandamiento nuevo os doy: Que os
améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.”.
Así
mismo nosotros debemos profesar, practicar, obedecer este mandado nuestro Padre
que está en los cielos quiere que entendamos cuanto nos ama El, la palabra dice
nada nos puede separar de ese amor, ni la mortificación, angustia o persecuciones, hambre, desnudez,
peligros o armas, muerte, por que Jesucristo todo lo venció en la cruz del
calvario el soporto todo esto y no huyo, no se rebeló, el acepto todo, todo lo vivió,
lo sufrió, por eso la descripción perfecta del amor esta en 1 Corintios 13:4-7 “El amor es sufrido, es
benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no
hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se
goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera,
todo lo soporta.”. Si Jesucristo soporto esto por ti y por mi, habrá algo
que decir por nuestros pequeños padecimientos.
Lo más
importante que Dios quiere es que nunca dejemos de amarnos y sobre todas las cosas
que nunca dejemos de amarle a Él, con Todo. Veamos como Nada nos Separara de su
Amor.
1 Amarlo
con Todo: Mateo 22:37 “Jesús le
dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con
toda tu mente.”, Dios quiere todo de nosotros, no es un rato al día,
una día en la semana, El quiere todo, el mandato es amar a Dios con “todo”, con
todo lo que tengo en mi corazón, con todo lo que tengo o soy en mi alma, con
todo lo que tengo o soy en mi mente, con todo, nada de lo que soy, o tengo es mío
todo es de El entonces con todo lo amo, con mi familia, con mi pareja, con mi
trabajo, con mis pensamientos, con todo amaremos a Dios.
2 Asegurémonos
de no fornicar este amor: Romanos 8:38-39 “Por
lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni
principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo
profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que
es en Cristo Jesús Señor nuestro.”, Nada debe desplazar mi amor por Dios, ni lo divino (Ángeles),
ni siquiera los cielos (lo alto), ni lo desconocido (lo profundo), exactamente
dice que nada, y lo mas tremendo es que en el texto mismo dice que ni lo creado
por Dios mismo, (ni ninguna otra cosa creada), nada de lo que existe o existirá
podrá separarnos de su amor, muchos en ocasiones recibimos una bendición de
Dios y nos empezamos a olvidar de buscarlo y de alabarlo, ejemplo se recibe una
pareja, un hogar, un trabajo, una casa, un vehículo, etc y dedicamos más tiempo
a disfrutar de estas cosas que del mismo amor de Dios, perdemos el tiempo de
estar con El.
Hoy
estamos orando para que nada nos separe del Amor de Dios, Dile “Padre perdóname porque me he olvidado de ti,
me deje separar de tu amor por las cosas materiales o aun las espirituales,
reconozco que te necesito a ti, hoy te invito a ti Jesucristo que entres en el
y sea mi único Señor y Salvador, has de mi una persona conforme a tu voluntad,
gracias Señor en el nombre de Jesús Amen”.
Dios los
bendiga grandemente y que el amor en ti sea abundante.
William González Velasco.
M.P.N.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario