Salmos 92:1-2 “Bueno es
alabarte, oh Jehová, Y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo; Anunciar por la
mañana tu misericordia, Y tu fidelidad cada noche,”
En la
mañana la mayoría de nosotros se levanta en apuros para evitar llegar tarde al
trabajo al estudio o alguna cita médica, en fin muchos nos levantamos con ansiedad
de cumplir un horario en las actividades normales, claro algunos estarán pensando
mi mayor afán es poder desayunar, si yo también alguna vez actuaba de esa
manera.
Hoy
quiero dejarte un nuevo pensamiento una
nueva manera de recibir la vida y
entregar tu día al Altísimo, amad@s, llena tu boca de alabanza por tu Padre que
está en los cielos, entrégale tus mejores elogios, no seas como los niños
caprichosos “apito”, “amita”, o las personas interesadas que solamente en el
momento de necesitar algo se refieren a su ayudador con buenas palabras “Don
Carlitos”, “Doña Dorita”, somos capaces de adorar el nombre de un ser natural y
no de nuestro Majestuoso Dios, el dueño de todo el que creó la tierra y hace
que cada mañana te despiertes con un nuevo aliento.
Dice su
palabra en Salmos 37:4-5 “Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las
peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él
hará.”, nuestra gratitud en la mañana con Dios, debe ser un deleite para
nosotros mismos, gozarnos en El en buscarlo en la oración y encomendar lo que
haremos y dice aquí en Salmos 37 que el concederá las peticiones de nuestro corazón,
esta es una promesa maravillosa, creo que a todos nos gustaría que lo que
pedimos en el principio del día se nos conceda, pues hagamos lo que nos enseña
Dios mismo con su palabra.
Encomendemos
nuestro camino, toda decisión del día y de nuestra vida dejémosla en manos de
Dios, nuestro Señor Jesucristo hizo lo mismo encomendó su vida a Dios en el Getsemaní,
pero también en el momento mismo que para todos era el fin, en la cruz dijo
Padre en tus manos encomiendo mi espíritu y que sucedió, al tercer día el Padre
lo levanto de los muertos, la promesa del Padre de que el resucitaría fue
cumplida, Jesucristo encomendó su espíritu y confió en la palabra de su Padre,
y pudo disfrutar de la gloria de volver al mundo y luego pasar al reino de los
cielos, la palabra de Dios es fiel, el dice y hace Números 23:19 “Dios no es
hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y
no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?”, Dios no es hombre ni hijo de hombre, el Altísimo
no miente mucho menos se arrepiente de sus promesas.
Exalta a
Dios tu Padre, al Hijo el Señor Jesucristo por su obediencia amor y obra de salvación,
al Espíritu Santo que permanece en medio de nosotros cada instante, no es
maravilloso nuestro Amado Dios gózate cada mañana en sus misericordias y en als
noches comprueba su fidelidad.
Dios
bendiga todos tus días y noches, que seas lleno de gozo en el amor de
Jesucristo y en la paz del su Espíritu Santo.
William González Velasco.
M.P.N.
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