Salmos 91:1 “El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la
sombra del Omnipotente.”
Es importante que veamos cual es la diferencia que
existe entre habitar y morar, cuando se dice habitar es la acción de vivir en
un sitio por cuenta propia, es una ubicación física la cual es utilizada para permanecer
ahí, es el punto geográfico donde se puede encontrar alguien por un periodo de
tiempo, ahora morar es mucho más que solo permanecer, es contar con un
privilegio por estar en ese sitio, es como el derecho que se adquiere por estar
en ese punto, se adquieren
privilegios al hacer parte de un pueblo o familia,
cuando hablamos de morar es todo aquello que implica estar en un sitio y
ejercer los derechos a los cuales he podido acceder.
De acuerdo a la diferencia entre habitar y morar,
podemos entender que el objetivo final de Dios es que nosotros como hijos
logremos alcanzar nuestra morada en el reino al cual pertenecemos, para esto
entonces pongamos en práctica todo lo que Dios mismo nos dice a través de su
bendita palabra.
1) Habitar: Lo primero que yo
debo hacer es permanecer al abrigo del Altísimo, y esto solo se logra
permaneciendo con el Señor Jesucristo, “Juan
15:7 Si permanecéis en mí, y mis
palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.”,
cuando logro permanecer en El, no faltara nada en mi vida, cuando permanezco
con Jesús, estoy habitando al abrigo del Señor. Su palabra me transformar, su
presencia me abriga, debo habitar en El, no ir de visita de vez en cuando o
solo en los momento críticos, habitar es una acción continua, de otra manera es
visitar, yo visito una amistad mas no habito con ella, visito al médico pero no
habito con él, con Dios debo continuamente buscarlo, en la iglesia, en casa,
donde sea que Dios me ha designado estar, esto es habitar es tener una relación
establecida con mi Dios.
2) Intimar: Habitar implica
intimar, no es posible que tengas habitación en un sitio y no conocer la
persona con la cual convives, y en el caso extremo cuando se permanece a solas
es imposible permanecer en una casa sin darse un recorrido por ella y
conocerla, por esto el ejercicio de intimar con el Señor Jesucristo a través de
la oración y la reflexión en el evangelio, nos ayuda a entender más a fondo quien
es el Señor Jesucristo, quien es el Padre y por qué el Señor dijo que no estaríamos
solos y que vendría el Espíritu Santo. Ahora la comunión que yo busco con el Espíritu
Santo me mostrara la voluntad del Padre para mi vida, porque el Espíritu Santo
me guiara a toda verdad, haciéndome Hijo de Dios “Romanos 8:14 Porque todos los que son guiados por el
Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.”.
3) Morar: Para morar con el
Padre, es necesario permanecer con el Hijo, el Hijo es quien nos da a conocer
todas las cosas, el Hijo es quien nos da entrada al reino, en el castillo de
Dios hay suficientes moradas para sus hijos, “Juan 14:2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si
así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para
vosotros.”, para morar debo entender quién soy en Cristo, de donde es mi
linaje, porque ya no solo habito en una casa natural, ahora comprendo que soy
hijo del Altísimo, del Rey y amo de todas las cosas, por esto morare en su
reino, ejerceré mis derechos, no hay nada ni nadie que pueda hacerme frente, mi
Padre me extiende su amparo, estoy bajo la sombra del Todopoderoso.
Amados, nadie puede entender las cosas del cielo y del
reino sino tiene intimidad con el Señor, nadie puede entrar en la morada del
Padre sino habita en el hijo, si quieres gozar de los privilegios de morar bajo
la sombra del Rey, empieza por reconocer a su hijo, es muy sencillo, repite
conmigo “Señor Jesús hoy reconozco que eres el hijo del Padre Celestial, que
fuiste a la cruz por mis pecados, por eso me arrepiento de toda mi maldad te
pido perdón y te invito a entrar en mi corazón, quiero que me hagas una persona
nueva, se mi único Señor y Salvador, comprendo que si muero me llevaras
contigo, gracias Dios en el nombre poderoso de Jesús Amen”.
Si repetiste esta oración con fe, hoy eres una nueva
persona Dios ha perdonado todos tus pecados y eres salvo, te invito a que
inicies una relación con Dios por medio de la oración y reflexionando en su
palabra, y en todo lo que necesites escríbenos para tener el privilegio de ser
un apoyo en este nuevo camino.
Dios los siga bendiciendo.
William González Velasco.
M.P.N.
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