Salmos 40:1-2 “Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y
oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo
de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó
mis pasos.”
Alguna vez has estado esperando
pacientemente en medio de una situación
desesperada?, suena algo confuso, pero
encontramos día a día situaciones donde nosotros quisiéramos salir corriendo
pero permanecemos quietos, estáticos, quisiéramos tirar todo pero algo no nos
deja hacerlo, por esto la palabra de Dios siempre nos trae la verdad y el
conocimiento para
saber qué hacer ante las circunstancias desesperantes.
Cuando
una persona que no sabe nadar o no puede hacerlo por algún motivo y está en
medio de agua y no halla la manera de salir de allí es un momento muy
desesperante, es una situación crítica, pero lo primero que dice un rescatista
cuando se acerca a la persona es “trate de conservar la calma”, quiere decir
que están pasando por mi pensamientos de un posible me ahogo, me muero y
alguien viene a decirme que me quede tranquilo?. El rescatista sabe que lo
primero que debe generar en la persona es tranquilidad para que tenga seguridad
en el y pueda obrar una maniobra para poder salvarle la vida, de lo contrario
si la situación no es controlada por la misma persona ambos pueden perecer o
puede tornarse en un rescate muy complicado.
Ante las
adversidades, nuestra mente se nubla tanto que no podemos ver ni siquiera con
claridad las opciones que podemos tener para solucionar alguno problemas o
dificultades, ahora recuerdo que alguien me decía “tu situación tiene solución?, si la respuesta es si, entonces es una
dificultad y como tiene solución, no tiene sentido que ocupes tu mente en ello,
pero si tu respuesta es no, realmente es un problema, y qué más da, si no tiene
solución entonces igual no le des tanta importancia en tu mente”, la verdad
es que entendí muy bien esa frase y al ponerla en práctica muchas cosas que yo enfrentaba
fueron solucionándose y otras simplemente debí asumir las consecuencias.
Dios en
su infinita misericordia y su poder sobrenatural obra en cada uno de nosotros
cuando encuentra personas que oran con fe, y esperan en El la respuesta a todas
sus dificultades, obviamente la espera que nosotros tenemos en Dios no puede se
una espera inactiva, sino una espera con acciones, si sé que tengo dificultades
en mis finanzas, pues orare a Dios para que me de sabiduría para administrar
mejor y de paso mientras El obra con respuestas maravillosas, yo dejo de hacer
gastos innecesarios, si mis dificultades son en el matrimonio expongo a Dios mi
situación y en casa tomo la mejor actitud ante mi pareja, no busco pelear, ni
imponer mi razón, discutir no tiene salidas sanas, dialogar si, debo escoger
los momentos de calma para hablar pacíficamente.
Cuando
aprendo a esperar en medio de la desesperación, Dios mismo me sacara del lodo,
del fango y pondrá mis pies sobre la peña la roca que es el fundamento de su
amor, el Señor Jesucristo, nos afirmara en su verdad y su palabra
Dios los
siga bendiciendo.
William González Velasco.
M.P.N.
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