Hebreos 10:36 “porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.”
Las promesas de Dios están a lo largo de toda su palabra, en sus dos testamentos, en cada libro, en cada capítulo, en cada versículo, es la manifestación de sus deseos para nosotros, cuando te determinas a conocer la palabra del Padre Celestial, tu vida empieza a llenarse de expectativas, por las promesas que nuestro Creador nos hace, así mismo las advertencias de aquellas cosas que recaen sobre nosotros por estar en desobediencia, pero es necesario no solo leerla, sino guardarla en nuestros corazones y asimilarla, comprenderla, reflexionar en ella y vivirla, ponerla en práctica con nuestros pensamientos, palabras y forma de vivir.
La Promesa de tu vida, está a la mano es hora de tomarla, es tu Bendición por parte del Padre Celestial, El no mira tú pecado, El te aman a ti, no a lo que haces, pero también es necesario que le demuestres amor, respeto, obediencia, que son las tres características del hijo verdadero que reconoce el Temor a Jehová nuestro Dios, ese mismo que nos enseño Cristo Jesús por medio de sus obras de sus palabras de sus pensamientos, en una sola palabra hacer su voluntad. Querid@s, cuán difícil es hacer la voluntad de Dios, pues en muchas ocasiones su voluntad nos duele, porque va en contravía de todo lo que era nuestra manera de vivir.
Hoy es necesario que te empieces a cuestionar si realmente haces la voluntad de Dios, será que cuando dices algo que no debes, cuando opinas donde no te corresponde, participar de un juicio contra un conocido, contra tu vecino, o compañero de trabajo, esto será bien visto por tu Padre Celestial, cuando no regalas ni siquiera una sonrisa para aliviar una angustia, un dolor del alma, una tristeza, será que le haces feliz a Dios, cuando das algo por obligación, o haces las cosas “ porque Toca”, será de agrado a Jesucristo, no creo, entonces hacer su voluntad es hacer lo que El hubiera hecho en cada caso de nuestra vida, vivir conforme a como Cristo vivió, es hacer la voluntad de Dios.
Para alcanzar La Promesa de Tu Vida practica estos principios y veras como Dios Padre moverá su brazo fuerte y mano poderosa en tu vida.
1- Haz su Voluntad. Cuando haces todo lo que es voluntad de Dios, empiezas a conocerlo mejor, tu vida empezara a cambiar y tu carácter será más parecido a Jesús su hijo amado, entonces seremos de agrado ante el Padre que nos ama tanto. Es demostrar que servimos como y para Cristo, recibiremos de el Señor recompensa (Colosenses 3:23-24).
2- Ten paciencia. Una de las virtudes que Dios coloca en ti con el fruto de su Espíritu Santo (Gálatas 5:22), paciencia, pero continua ahí en oración con El, recuerda que toda conquista tú la haces en medio de la oración y la Fe. Después de hacer su voluntad eres de agrado al Padre pero debes tener paciencia porque mucho tiempo y muchas cosas malgastaste de las que Dios te confió, así que ahora es momento de mostrar que realmente estamos comprometidos con El y que daremos buen uso de lo que Dios Padre deposita en nuestras manos.
3- Dad gracias. Siempre en toda ocasión debemos hacerlo, esto hace parte también de su voluntad (1ra Tesalonicenses 5:18). Luego que Dios Padre te ha contestado a Ti, después de haber hecho su voluntad, de estar con fe y paciencia clamando por tu respuesta por tu promesa, es momento que ahora le des las gracias, aunque en muchos casos es tan impactante cuando tu das gracias mucho antes de recibir de parte de Dios, es otra muestra de tu Fe en El, porque sabes algo, lo que tú piensas recibir siempre es superado por lo que Dios te entrega, es un Padre tan maravilloso, tan amoroso con nosotros sus hijos fieles.
Hoy quiero invitarte para que en medio de una oración le pidas a Jesús que te enseñe a ser una nueva persona conforme a la voluntad de Dios Padre. Repite conmigo con tu propia voz “Amado Jesús, hoy reconozco que he cometido muchos pecados, me arrepiento de ellos, te invito a que entres en mi corazón y que te conviertas en mi Único Señor y Salvador Personal, haz de mi como sea tu voluntad, quiero ser una persona nueva, recibo tu perdón, tu amor, y el regalo de la Salvación, gracias Padre Celestial en el nombre de Jesucristo, Amen”.
William González Velasco.
M.P.N.
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