martes, 30 de agosto de 2011

Convirtiendo Tu Dolor en Amor.


 Mateo 5:38-39 “Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.”  

Les enseñaba Jesús a sus discípulos como debían cambiar su actitud, ante las ofensas, murmuraciones o incluso a las agresiones físicas de aquellos enemigos, o personas que no gustaban de su evangelio, les enfatizo sobre como la venganza (ojo por ojo) no era nuestra manera de responder ante un ataque de un enemigo, además si recordamos está escrito Deuteronomio 32:35 “Mía es la venganza y la retribución; A su tiempo su pie resbalará”, entonces es mejor dejar a Dios el juicio.

Nada más interesante puede resultar del
ejercicio de convertir el dolor y el sufrimiento en amor y gozo, el Señor Jesucristo, es la máxima manifestación del amor, y les enseño a los discípulos por medio de esta palabra lo importante para Dios del acto misericordioso al perdonar, cuando El Señor nos dice que si hemos sido herido en una mejilla coloquemos la otra, no es quiso decirlo para que asumamos la actitud pasiva de recibir más heridas, golpes, o afrentas, sino que nuestra actitud es la de perdonar inmediatamente.

Poner la otra mejilla, porque nos dice Jesús esto?, sencillo , la mejilla con la cual recibes el golpe, la desilusión, la maldición, el odio, es la mejilla lastimada, la que cuando tú mismo la ves sientes dolor, y enojo, pero coloca a tu enemigo la otra mejilla, la que no tiene herida, la mejilla del amor, la que refleja la misericordia de Dios, el amor de Jesús, es así de inmediato como debemos reaccionar, somos las transductores, recibimos odio, dolor maltrato, entregamos, misericordia, amor, gozo, paz.

No coloque la mejilla o tu rostro con dolor y enojo por lo sucedido, sino devuelve a tu enemigo el rostro que Jesús siempre tuvo, recuerda como los fariseos, judíos y romanos le agredieron física y verbalmente, mas Cristo se mantuvo firme en su esencia, en lo mismo que nos enseña, nunca coloco la cara maltratada, su rostro aunque estuvo desfigurado, su mirada nunca cambio, su boca nunca pronuncio maldición en contra de sus enemigos, su boca permaneció cerrada incluso cuando la abrió fue para pedirle perdón a su Padre por lo que ellos hacían, El recordaba lo escrito, que la venganza era de su Padre, mas Cristo intercedió para que la ira de Dios Padre no cayera sobre estos hombres.

Amados, mostremos el rosto del amor y el perdón a nuestros mal llamados enemigos, porque nosotros los cristianos no tenemos enemigos Romanos 5:10 “Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.”, que ellos nos vean a nosotros como enemigos es otra cosa, porque nosotros ya sabemos sobre el perdón y el amor a quienes nos ofenden, dice la palabra en Lucas 6:32-33 “Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo.”, que no tenemos merito si solo nos amamos entre los que nos aman y perdonamos a los que nos perdonan, más bien extendemos nuestro estilo de vida a otros que no conocen de Jesús y nos ofenden, así con nuestra actitud hagamos que ellos empiecen a conocer el amor de Jesús y también se acerquen mas a nuestro Señor. También dice en Romanos 12:20 “Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.”, debemos dar una mano amiga a quienes nos aborrecen, si es pan darles pan, o agua para beber o lo que sea necesario, y con esta actitud dice el Señor amontonamos ascuas de fuego, que no es sino otra cosa que confrontarlos con su error, con el orgullo de no acercarse a Dios por una mala idea de quienes somos en realidad los cristianos.

Les deseo una feliz semana y una vida en gloria, llenos del amor de Dios y la paz que solo El nos puede otorgar.

William González Velasco.
M.P.N.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario