Persevera Por Tu Milagro.

Juan 5: “⁵ Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. ⁶ Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? ⁷ Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. ⁸ Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. ⁹ Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día.”

Perseverar, más allá de un deseo emocional, de un impulso por conseguir algo, nuestra fe debe dar un verdadero paso adelante para conseguir aquello que verdaderamente anhelamos, muchas veces hemos orado al Señor por un milagro, pero no ha pasado de una oración simple y sin pasión, y al cabo de algunos días, quizás nos cansamos y no le volvemos a recordar a nuestro Amado Padre de aquello que carecemos.

Es impresionante como aquel hombre que estaba cerca del estanque llevaba 38 años postrado ante su enfermedad, y
aunque por razones obvias quería ser sano, quizás ya estaba acostumbrado a no llegar a tiempo para sumergirse en el estanque y ser sanado, por eso Cristo quería hallar en su respuesta Fe, pasión por su milagro, necesitaba que este hombre por medio de una respuesta diera testimonio de su perseverancia para alcanzar su milagro, porque ya para él era imposible lograrlo por su misma condición.

Jesús quien aun vive, sigue siendo el hacedor de milagros, nunca ha tenido en sus manos cosa alguna para la cual no exista una solución, una respuesta, quiero que hoy tu fe, se avive, que el fuego en tu corazón se encienda y busques nuevamente a Dios, reconcíliate con El, levanta oración nuevamente por tus necesidades, clámale, ruega, que sienta de ti esa pasión, esa perseverancia por tu milagro, que no desfallezca tu esperanza, nuestro Amado Jesús, está contigo recuerda que el Espíritu Santo que lo levanto nuevamente de su muerte, es el mismo Espíritu Santo que mora en medio de todos nosotros, no te dejes postrar, no importa que tengas 2, 10, 30 años postrado por una enfermedad, por una situación, por cualquier circunstancia que te doblego y te hizo renunciar a la fe en Dios.

Aquí esta Jesucristo mirándote, extendiendo su mano y con su dulce voz, diciéndote Levántate, ve, toma tu camino, muéstrale al mundo cuanto te amo, herman@s, todos contamos con el poder de la oración, despierta tu fe, recuerda algo muy valioso, “los no de los hombres, los imposibles, son los Si de Dios, son lo posible en sus manos”, todo cuanto existe fue hecho tan solo por su palabra, como dudar y desfallecer cuando te aferras a su palabra, Jesús nos muestra que todo cuanto hace es por la voluntad del Padre, nada hace el Señor por sí mismo, siempre obra porque es la voluntad del Padre Dios, para glorificar su nombre Juan 14: “¹³ Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. ¹⁴ Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré”,  todo lo que Dios pueda darte para tu beneficio, que sea para  bendición de tu vida te lo dará  Mateo 7: “ ⁸ Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.”.

Persevera, Dios está aquí esperando que sigas confiando en El, reconócelo como tu Único Padre, como tu Único Dios, dile,  “Amado Dios, quiero pedirte perdón por mi falta de Fe, perdóname todos mis pecados, hoy reconozco a Jesús ,tu hijo que derramo su sangre por mi y que está vivo contigo, abro mi corazón y te recibo, te entrego mi vida, transfórmame, quiero ser una nueva persona, inscribe mi nombre en el libro de la vida, gracias por el perdón y tu amor en Jesucristo, Amen”.

William González Velasco.

M.P.N.