martes, 15 de marzo de 2011

En Amistad.


Proverbios 19:3 La insensatez del hombre tuerce su camino, Y luego contra Jehová se irrita su corazón.”

 
Insensatez, según las definiciones gramaticales, es la falta del buen juicio, y de reflexionar antes de actuar. A diario vamos por la vida, tomando decisiones que a nuestro parecer son correctas, que desde nuestra perspectiva es lo mejor; pero ¿por qué?, porque quizás decimos, si ese negocio me conviene, este viaje es el que me merezco, esta mujer es la que yo quiero para mí, o este hombre es el mío, y después que nos metemos unas enredadas en un negocio que pintaba bien con muchos ingresos pero que al final,



por no tomar las precauciones necesarias, nos fue mal, o por meterme en una deuda innecesaria para comprar algo que quizás luego podría tener, o nos metimos en una relación incorrecta y después vienen las lamentaciones, los malos pensamientos y lo peor, entramos en discusiones con Dios, incluso con tanta ira y orgullo le reclamamos a nuestro Padre Dios por todo lo malo que estamos pasando.

En muchas ocasiones quizás has escuchado que alguna persona dice “ay, yo tan de malas, Dios me castiga a toda hora”, el Versículo 3 de Proverbios nos muestra como nuestro Padre Altísimo, sabe de lo qué somos capaces, que nos enojamos con El y le reclamamos por nuestros propios errores, esos que cometimos por nuestra falta del buen juicio, de reflexionar antes de actuar, no después de haberlo hecho, entonces entramos en enemistad con Dios, absurdo cierto, pero así es, “muchos” (por no decir todos) hemos pasados por una situación similar, actuamos primero, a la ligera, sin tomar precauciones, sin mirar los pro y contra de cada decisión, con un afán de que todo tiene que ser ya, ahora, en este mismo instante, quien dijo que las cosas con Dios son como los productos instantáneos, que solo les hechas agua y ya listo, tienes jugos, café, sopas, etc.

No herman@s, aunque Dios quiere que seamos felices concedernos todo aquello que nuestro corazón desea (todo lo bueno, conforme a su voluntad), incluso si tu deseo es un carro, Dios quiere darte el mejor del momento, si tu anhelo es una pareja, Jehová quiere darte la mejor del mundo, una Princesa para ti amigo, o todo un Príncipe para ti amiga, pero como dice su palabra primero “deléitate en El” (Salmos 37:4).

A cada decisión tuya, pídele a Él, dile “Abba Padre, en tus manos dejo esta decisión porque Tu si eres sabio, y solo Tu mi Señor sabes que es bueno para mí”, en oración profunda, en intimidad con El, vuélvete más Amigo de Jesucristo nuestro Señor y Salvador, recordemos que nadie va al Padre sino es por el Hijo, y quien conoce al Hijo conoce al Padre (Juan 14:6-7).

Una Amistad Verdadera, eso nos ofrece Jehová. Jesús nos enseña sobre la amistad, sobre el amor, cuando por medio de sus dos mandatos resumió toda la ley dada a Moisés, Amar a Dios con todas tus fuerzas y amaras al prójimo como a ti mismo (Marcos 12:30-31), por eso hoy quiero invitarte a ti que estás leyendo este mensaje para que te vuelvas en amistad con Dios, deja la amargura, olvida el resentimiento, nuestro Padre Dios no tiene la culpa de tus malos actos, de tus malas decisiones, mucho menos cuando no le tuviste en cuenta antes de actuar. Dice su palabra (Job 22:21), que si volvemos en amistad con Dios, tendremos paz y así mismo nos hará bien; el bien o lo bueno vendrá como consecuencia de ser un verdadero amigo de nuestro Padre Celestial.

Recuerda mucho se dice que un buen amigo es aquel que sabe guardar silencio cuando tú necesitas desahogarte, pues recuerda que Dios siempre está para escucharte, El sabe guardar silencio, y tu deberías hacer exactamente lo mismo, confía en Dios, guarda silencio en El, se paciente, no te apresures por que otros van a kilómetros por hora en una ruta de prosperidad, pero haciendo todo lo incorrecto (Salmos 37:7).

Hoy quiero que oremos juntos para que le digamos a Jehová, que queremos estar en amistad con El, repite conmigo:

“Abba Padre, hoy reconozco que te necesito, que con mis malos actos y decisiones me olvide que eres mi mejor amigo, te pido perdón por todos mis pecados, y abro las puertas de mi corazón y te recibo Jesucristo como mi Único Señor y Salvador Personal, haz de mi como a Ti te plazca, inscribe mi nombre en el libro de la vida, gracias Dios por tu amor, por el perdón y por ser mi amigo fiel, en el nombre de Cristo Jesús, Amen y Amen”.

Dios derrame sus bendiciones sobre ti y haga manifestación el Espíritu Santo en todas las áreas de tu vida.


William González Velasco.
M.P.N.

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