viernes, 21 de enero de 2011

Cultivando el Fruto de La Fe.



Hebreos 11:1 "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve."

Dios Padre en su infinita sabiduría y perfección nos otorga el Fruto de la Fe mediante su Espíritu Santo (Gálatas 5:22), y Jesús nos enseña que si tuviésemos Fe al menos como un grano de mostaza nada nos será imposible (Mateo 17:20), la Fe es el poder más grande otorgado a los hijos de Dios, a todo aquel que cree en su Hijo Jesús , en su sacrificio por nosotros en la cruz y en el Padre que lo levanto de la muerte, las dos citas bíblicas anteriores muestran que la Fe, igualmente en su forma  gramatical es una palabra pequeña (como el grano de mostaza) que tiene el poder de derribar muros, cambiar vidas y de cambiar el mundo entero (nada nos será imposible).


Sorprendente verdad, Dios quiere que entendamos ahora por medio de la cita de Hebreos 11:1, cual es la verdadera definición de Fe, dice en su palabra que Fe es certeza, convicción y Que es esto?.

Certeza:      es el conocimiento seguro y evidente de que algo es cierto.
Convicción: es el convencimiento, es la seguridad fuerte y firme que proviene 
                 del interior del ser, de alcanzar algo.

Entonces Fe es el conocimiento “seguro y evidente” de lo que esperamos o deseamos, con el convencimiento “fuerte y firme” de que alcanzaremos aquello que aun no vemos físicamente. Es pues la Fe un desafío propio, es el motor que nos mueve a alcanzar nuestras metas. Ahora yo te hago una pregunta, En que tienes puesta tu Fe?, y es bien importante que pienses en la respuesta porque si tú tienes tu Fe puesta en la lotería, en el chance, en un amigo, en tu pareja, en un amuleto, en el brujo, te puedo decir que los resultados no serán nada buenos, tampoco serán agradables a Dios, como dice la palabra del Señor (1 Juan 5:13-15), quien cree en el Nombre del Hijo de Dios, y confía en Él, y pide conforme a su voluntad, El nos escucha y si sabemos que nos escucha, debemos estar seguros que ya las tenemos, porque en el Reino de Dios nada “será” nada “ocurrirá” en el Reino de Nuestro Dios todo “es”, todo es ahora. Cuando logramos tener esa certeza esa convicción que todo lo que pedimos es conforme a su voluntad ya Dios lo ha hecho, si tu lo puedes creer ya Jehová te lo concedió, solo debes esperar que llega a ti esa gloria.

Nosotros por si solos nos enfrentamos a situaciones que en nuestra naturaleza humana nos es imposible solucionar pero cuando tenemos la Fe puesta en Dios, hacemos su voluntad y vivimos en obediencia a sus principios y leyes, logramos desatar el poder de cambiar las cosa, por el fluir del poder de Dios, porque para Él nada es imposible (Lucas 1:37).

Ahora tengamos en cuenta que satanás, que sabe y conoce muy bien las cosas nos ataca intentando sembrar en nuestras mentes una mala semilla, la incredulidad, para que nos apartemos de la Fe en Dios y terminemos saliéndonos del camino de la verdad y la obediencia. Tal es el caso de muchos que quizás están rendidos a los pies del Señor pidiendo por una sanidad para sí, o para un familiar, por una solución de un conflicto, por un empleo, y en muchos casos por una situación financiera, y durante este tiempo que ora a Dios se deja atacar con la incredulidad que puede llegar por la ansiedad de solucionar las cosas inmediatamente, no comprendiendo que Dios está preparando el camino para darte no solo que estas pidiendo, sino aun más de lo que pides, mucho más de lo que nos merecemos porque así es nuestro Dios, entonces ese desespero lo lleva a dejarse tentar y empieza a buscar en su propio entendimiento la solución a sus problemas, se vanagloria de sí mismo de su aparente capacidad para arreglarlo todo y empieza a desconfiar de Dios, a alejarse de Él, convirtiéndose en una persona incorrecta que ya no vive por Fe sino por su orgullo (Habacuc 2:4),  ahí el enemigo se apodera de su alma llevándolo a la desobediencia de Dios, ya no se congrega en su iglesia, deja de orar y empieza enredarse con personas incorrectas, vendiendo sus principios a un político, a un brujo, al prestamista, a lo ilícito, donde solo encontrara aparente solución a su situación, pero que al final no es más que una trampa, que lo conduce a un camino de pecado y perdición y al final a su muerte, porque eso vino el demonio a hurtar, matar y destruir (Juan 10:10).

Para defendernos de no caer en la tentación y dejar crecer la incredulidad en nuestra alma, tengamos en cuenta que la misma Fe es el Escudo que nos protege (Efesios 6:16), la Fe misma en Nuestro Señor, nos lleva al camino de la obediencia, y así también derrotamos a todo pensamiento o idea que el demonio quiera sembrar en nuestra mente,  llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo           (2da Corintios 10:5).

Por eso debemos estar siempre cultivando el fruto de la Fe en nuestro interior, desde nuestro espíritu, con una devoción única al Señor, en oración constante, en comunicación permanente con Dios, escuchando atentamente su palabra y Dios nos dará años de vida (Proverbios 4:10),  hasta alcanzar las victorias en el Santo Nombre de su Hijo Jesús.

Fe en Dios también es perseverar en lo que le pedimos, recordemos la muestra de fe de la mujer cananea (Mateo 15:21-28), la cual no se conformo con el primer no de Jesús cuando le clamo “Señor ten misericordia de mi, mi hija es gravemente atormentada por un demonio”, un no que fue el silencio de Jesús a su petición, luego le da un segundo no, afirmando que “El Hijo de Dios solo vino por las ovejas perdidas de Israel”, aun así ella persevera sin importar la nacionalidad suya y se postra ante Él y le dice “Señor Socórreme”!, y al tercer no, que es cuando Jesús le dice que “No es bueno tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos”, aquí la mujer cananea en una muestra impresionante de su Fe, le dice “Pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de los amos”, se maravillo Jesús de la Fe de esta mujer, y le dice “Oh mujer grande es tu Fe, hágase contigo como tú quieres”. Veamos pues cuántos de nosotros al primer no de nuestro Padre, a ese silencio como respuesta a nuestras peticiones, desfallecemos en nuestra Fe, nos dejamos vencer en el primer obstáculo, debemos perseverar en nuestra Fe, recordemos la cita del tema, “es la convicción de lo que no se ve”.

Otro punto que debemos tener en cuenta es, quizás algunas de las situaciones que nos quitan la tranquilidad son resultado de nuestra anterior forma de vida, no quiere esto decir que Dios permitirá la condenación por aquellas cosas, entonces debemos ser sinceros con nosotros mismos de que cada decisión que hubiéramos tomado mal nos traerá consecuencias, pero Cultivemos nuestro fruto de la Fe, convencidos que  es totalmente diferente enfrentar estas consecuencias hoy día porque contamos con el respaldo de Dios y su infinita misericordia.

Si bien es cierto hablar de Fe, nos tomaría muchos párrafos mas, la idea central que hoy debes llevarla a tu corazón es que la Fe en Dios es todo lo que necesitas para enfrentar las múltiples situaciones de tu vida, siendo obedientes al Señor nuestro Dios, y pidiendo siempre que sea según su Santa Voluntad.

Si deseas poner tu Fe en el Señor, haz esta oración y entrega tu corazón para que Dios te ayude a cultivar tu Fe,

"Señor Jesús, gracias por morir en la cruz por mis pecados, trayendo perdón a mi vida. Te recibo en mi corazón como único y suficiente Salvador. Haz de mi la persona que tú quieres que yo sea, ayúdame a cultivar mi Fe en el Padre Celestial, gracias  te doy en Tu poderoso Nombre, Amén y Amén".

Un abrazo a todos, El Señor derrame bendiciones sobre cada uno y sus hogares.


William González Velasco.
M.P.N.

1 comentario:

  1. excelente estudio para afirmar mas nuestra fe en Cristo Jesus, a veces creemos segun lo que vemmos; pero Dios tiene propositos mas grandes, pidamos que nos ayude a ver con los ojos espirituales

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