martes, 9 de octubre de 2012

Echándole Tierra A Los Demás.



1 Crónicas 14: 8 “Oyendo los filisteos que David había sido ungido rey sobre todo Israel, subieron todos los filisteos en busca de David. Y cuando David lo oyó, salió contra ellos.”

El éxito es motivo de alegría y regocijo, esto para quien está disfrutando de las mieles de la victoria de alguna meta o sueño conseguido, pero para los demás quizás no lo sea, antes para estos es motivo de envidia, de amargura por que quisieran tener o vivir lo que la otra persona está gozando. Aquí recuerdo una frase de un gran amigo mío que decía, “la realidad es para que quiero yo tener dinero o poder sino es para echarle tierra a los demás”, en su momento me parecía una frase un tanto petulante y de cajón, sin embargo
Dios todo lo transforma y lo orienta al verdadero sentido, por esto hoy aprendamos a “echarle tierra a los demás”.

David, un joven que algún día hallo gracia ante los ojos de Dios, fue elegido para ser rey de Israel, a pesar de su corta edad, de su sencillez y de su posición por ser el menor de los 8 hijos de Isaí, es entonces cuando siendo ungido por el profeta Samuel, el propósito de Dios lo lleva a vencer el filisteo Goliat, convirtiéndose en escudero del rey Saúl y finalmente pasa a ser Rey de Israel. Cuando esto ocurre los filisteos, se van en contra de David para acabarlo.

Siempre que nosotros estamos en mejores condiciones gozando del favor inmerecido de Dios (Su Gracia), muchas personas q no entienden o no han conocido de la majestuosidad de Dios, o que simplemente les resulta más fácil negarla, van a ver en nosotros un objetivo para sus criticas y murmuraciones tendientes a derribar la victoria o el éxito que el mismo Dios nos concedió.

Para muchas personas hoy día, es más fácil decir que todo es cuestión de suerte o que estamos practicando actos delictivos, haciendo quien sabe q cuantas cosas, para el ojo del corazón envidioso resulta mas cómodo negarse a experimentar por si mismo la gloria de Dios y sumirse en una amargura en contra de los hijos del Padre Todopoderoso.

Creo que siempre que nosotros alcanzamos una posición, una meta, un sueño, logramos instalar una empresa, comprar una casa, somos el centro de atracción y muchos quisieran tener lo que hemos logrado con esfuerzo pero reconociendo que ha sido una bendición de Dios la que nos ha llevado a alcanzar las cosas.

Por esto amad@s, aprendamos hoy que siempre seremos motivo de miradas y aun mas cuando somos cristianos que predicamos de Jesucristo vivo, de Dios Padre y del Espíritu Santo quien nos guía día tras día, entonces practiquemos dos principios que siempre David aplico en su vida y por esto fue posicionado, prosperado y honrado por Dios, diciendo de David que era un hombre conforme al corazón de Dios:

1)    Obediencia: David, nunca se rebeló contra Dios o desconoció su existencia, mucho menos sus mandatos, si está bien cometió pecado, pero el mismo se arrepentía de una manera tal que era evidente su dolor al cometer un acto que no agradaba a Dios, por esto pedía perdón y lo más importante asumía las consecuencias de sus actos. Salmos 51.

2)    Humildad: Nunca David por ser elegido y ungido para ser rey quiso pasar por encima del rey Saúl, aunque este se hubiera apartado de Dios, nunca David quiso levantar su mano en contra suya 1 Samuel 24:6, y aun ante cada guerra David primero consultaba a Dios su voluntad para poder ir seguro que Dios lo respaldaría en cada paso que el daba. 1 Crónicas 14:10

Así pues amad@s, aprendamos a disfrutar de los éxitos y las victorias que Dios nos da, que el mismo preparo para nosotros pero que nunca nuestro corazón se envanezca y se vuelva desobediente a sus mandatos o altivo creyendo que todo lo hemos alcanzado por nuestro único esfuerzo y capacidad, y habrá aun enemigos codiciando tener lo que nos pertenece, debo decirte que si, así será pero Dios está ahí contigo, tranquilo deja que Dios siga obrando sobre los demás, y recuerda aunque no quieras parecerás que estas Echándole Tierra a los Demás.

Dios los siga bendiciendo

William González Velasco.
M.P.N.




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