jueves, 3 de noviembre de 2011

Quiero Ser Perfume Para Ti.


Juan 12: “3 Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume. 4 Y dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que le había de entregar: 5 ¿Por qué no fue este perfume vendido por trescientos denarios, y dado a los pobres? 6 Pero dijo esto, no porque se cuidara de los pobres, sino porque era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella. 7 Entonces Jesús dijo: Déjala; para el día de mi sepultura ha guardado esto. 8 Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros, más a mí no siempre me tendréis.”

Estando Jesús como invitado a una cena, María la hermana de Lázaro, quien también estaba allí con el Señor, tomo un perfume de nardo puro, para ungir los pies de Jesucristo y con su cabello los enjugó y toda la casa quedo llena del olor fragante, este hecho no fue bien visto por muchos incluso Judas se tomo el atrevimiento de exclamar que tal hecho era un desperdicio (Mateo 26:8), a tal comentario Jesús le reprende con la autoridad que siempre lo caracteriza.

El acto de María traduce una adoración sin
límite por el Señor Jesús, un verdadero amor por todo lo que representa Jesucristo para ella, recordemos que ya había resucitado a su hermano Lázaro, después de más de 3 días de estar sepultado, además de esto María tenía en su corazón un respeto por la persona del Señor Jesucristo, vio como ninguno de sus discípulos, y quizás el anfitrión que lo convido tampoco se tomo la delicadeza de hacer lavar sus pies como era la costumbre judía, ella fue diligente se apresuro a lavar los pies del Señor y utilizo lo mejor un perfume costoso.

Hoy Dios por medio de su bendita palabra quiere que entiendas como debemos ser adoradores de su amado hijo, derramemos nuestro mejor perfume sobre la persona del Señor Jesucristo, el perfume más valioso nuestro amor por El, nuestro corazón, nuestra vida entera derramada a sus pies. Este es el acto que todos iniciamos al creer en Jesús a buscarlo todos los días a cada momento entregándonos de espíritu, alma y cuerpo a Él, a todo lo que representa, miremos que en esta ocasión la casa se lleno del olor del perfume, un olor fragante, el mismo olor fragante del sacrificio que hizo Jesús en la cruz Efesio 5:2 “Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.”  Nuestro amor por El debe ser ese mismo que se expreso con este perfume que María utilizo y se sintió en toda la casa, debe ser el amor de nosotros tan evidente que todos lo puedan sentir, que traspiremos amor por Cristo.

Así mismo como María encontraremos personas que hablaran de nuestra entrega, nos dirán que estamos desperdiciando nuestra vida nuestro tiempo, que somos fanáticos, que es bueno creer en Dios pero no de esta manera, porque nuestro amor por el Señor Jesús solo lo comprende y disfruta El, pues para Dios somos sus hijos, fuimos creado por El y para El, no para el mundo común, no para adorar a las cosas materiales o a otras personas más de todo lo que debemos amar a nuestro buen Dios. Las personas a nuestro alrededor quieren que continuemos siendo normales solo por que se fijan en lo natural en lo físico, no en lo espiritual, sencillamente porque no conocen lo espiritual, son pobres de corazón, entonces quieren que nosotros derramemos nuestra vida, nuestra atención a ellos a las cosas físicas y materiales y mira qué curioso hasta personas que están en el camino también ven exagerado el que busquemos con pasión a Dios, así como Judas, que siendo discípulo se fijo en el costo del perfume y no en el acto que estaba haciendo María con amor y a su propio Maestro. Por eso Jesús le reprende y dice que pobres siempre tendremos, claro siempre encontraremos estos pobres de corazón que no entiende a los que amamos con todo nuestro ser al Señor.

Amad@s amar a Jesucristo, es entender como nos ama El y como nos ama el Padre, dice la palabra en Efesio 3:19 que su amor excede todo conocimiento, ningún hombre natural entiende como es el amor de Dios, pero nosotros que empezamos a creerle a buscarle si entendemos que su amor es todo, por amor se entrego, por amor nos enseño el arrepentimiento, por su amor nos enseño el perdón, Cristo es el amor del Padre y el Padre es amor puro derramado sobre todos. Si tu hoy quieres demostrarle tu amor al Señor Jesucristo, repite con tu propia voz esta oración “Amado Jesucristo, hoy reconozco que me amas y quiero mostrarte mi amor, perdona todos mi pecados, y te suplico que entres a mi corazón y te recibo como mi único Señor y Salvador personal, has de mi como sea tu voluntad, por gracia recibo tu perdón y amor, gracias por la vida eterna en tu nombre, Amen”

Dios te bendiga en este día y que tu vida se convierta en un perfume de nardo puro derramado sobre el Señor Jesucristo.


William González Velasco.
M.P.N.

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