miércoles, 1 de junio de 2011

Amor y Justicia, Palabra y Salvación.

Romanos 10:9-10 “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
 
En el corazón es donde nosotros los humanos fundamentamos nuestra manera de vivir, El Amor, el odio, la paz, la guerra, la tristeza, el gozo, son estados que pintan de colores diferentes nuestro corazón. Nada que tengas en el corazón es oculto desde el momento en el cual decides lanzar una palabra, pues tus palabras tienen el sabor dulce del amor que tienes en tu corazón o el sabor de hiel que sale de la amargura y el rechazo que sembraste en tu interior. Es por esto que algunas personas con solo su rostro dicen que tienen dentro el corazón alegre te hace ver bien (Prov. 15:13), entendemos que el trono de nuestra vida es el Corazón, ahí justamente ahí se define tu vida.


La palabra de Dios nos enseña que si creemos de Corazón que Jesús el Hijo del Padre Celestial, fue levantado por El de entre los muertos alcanzaremos la justicia, seremos contados por justos, quiere decir que si logramos quitar del trono de nuestra vida que es el corazón, esa razón superficial que no nos deja ver que Jesús es el Único Señor y Salvador y le pedimos al El que Reine en nuestra vida que tome el trono de nuestro corazón y que haga con nosotros personas nuevas, que sin El nada somos, hemos dejado nuestro “Ego”, nuestro “yo”, sin autoridad ahora la autoridad es de Cristo, ahora hemos alcanzado justicia divina del Padre que está en los Cielos.

Pero también dice la palabra que si con la boca confesamos que es el Señor Nuestro que es Jesús el Hijo del Altísimo, que murió por ti y por mi y que resucito y está vivo y en compañía de Dios Padre en el Reino Celestial, seremos salvos, la salvación solo la alcanzamos si lo confesamos, tremendo, porque también nuestra palabra tiene el poder de darnos la salvación, en Lucas 6:45, Jesús, enseña que de la abundancia del corazón habla la boca, es lógico que si en el corazón crees en Cristo, le amas es tu autoridad es quien gobierna es el todo, es apenas lógico que tus palabras tienen el sabor de Jesús del amor puro, y si en el corazón crees que El es nuestro Salvador, confesarlo te hará ganador de salvación y vida eterna.

Entonces Amar a Cristo es conocerle, respetarle y obedecerle, tener temor de DIOS, quiere decir que hemos alcanzado la justicia del Rey de Reyes, y Confesarlo como Único Señor y Salvador, nos hace participes de una salvación que solo por su sangre hemos podido alcanzar, que solo hay un camino, El mismo y fue el que preparo mediante su sacrificio en la cruz del calvario, venciendo a la muerte misma, quitando toda raíz de pecado.

Si hoy quieres disfrutar de la salvación que solo Cristo te da haz conmigo esta oración, creyendo de corazón y con la palabra de tu propia boca.

“Señor Jesús, hoy reconozco que tu eres el Único Señor y Salvador, te pido perdón por todos mis pecados y abro mi corazón y te entrego mi vida, reina en mi corazón y hazme una persona nueva, recibo de ti el amor y el perdón de mis pecados, Padre Celestial gracias en el nombre de tu hijo Jesucristo Amen y Amen”

William González Velasco.
M.P.N.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario