martes, 23 de agosto de 2011

Ejerciendo Disciplina.

Hebreos 12:11 “Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados...

Desde los primero momentos de la vida cuando se empieza a ejercer una disciplina buscando asegurar un futuro donde aquel quien está siendo disciplinado adquiera una conducta, o hábitos correctos de comportamiento, pensamiento y manera de expresarse, dando como resultado una persona de éxito en su vida.

La palabra de Dios hoy nos enseña como ante la disciplina nosotros en el principio no estamos muy contentos que digamos, por el contrario cada momento en el cual somos corregidos o sometidos a una regla especifica
nos disgustamos o entristecemos por no poder hacer lo que se nos viene en gana. Nuestra naturaleza es vivir en un constante libertinaje, andar por la vida sin reglas y sin mandatos, si en libertinaje, eso es vivir sin reglas y en completa desobediencia, pues como se quiera definir la libertad tiene ciertos parámetros y limites que garantizan el poder disfrutarla.

Es como cuando de niños queríamos tirarnos por cuanta silla se nos ocurría, o desde un risco cuesta abajo en bicicleta, o incluso querer probar que se siente meter los dedos en el tomacorriente, otros más inquietos puede volver toda una obra de arte abstracto las paredes de su casa, entonces si sus padres nunca ponen normas de comportamiento, no crean en el niño los limites, no les corrigen ante este tipo de acciones, de gustos porque así los niños disfrutan la vida, no he visto el primer niño que llore  mientras hace una travesura, antes por el contrario muchos se quedan en silencio o se esconden para cometer sus actos que para ellos son de disfrute para nosotros los padres un dolor de cabeza en algunos casos.

Muchos otros cuando ya están creciendo toman actitudes como querer llevarse a su casa cosas que les llamo la atención y que no les pertenecen hasta ese momento para un niño no es robo, pero nosotros sabemos que es una conducta incorrecta, que debemos hacer ejercer disciplina, o lo dejarías porque algunos dicen “son tan solo niños, ellos no saben”, pero es un error justificar sus actos porque desconocen que significa robar, hurtar. Bien nos enseña Dios en Proverbios 23:13-14 “No rehúses corregir al muchacho; Porque si lo castigas con vara, no morirá. Lo castigarás con vara, Y librarás su alma del Seol.”, como una disciplina hace que formemos un carácter en nuestros hijos, la vara hace referencia a algo con lo cual es corregido el muchacho que por razones ya es un tanto grandecito como para saber que no debe estar cometiendo actos errados.

Por gracia y el acto de aceptar a Jesucristo como hijo de Dios, y nuestro salvador somos también llamados hijos de Dios, Gálatas 3:26 “pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús;”, Por tanto es natural de nuestro amado Padre Celestial el ejercer disciplina sobre nosotros sus hijos, quien mas sino un padre quiere que su hijo se forme de manera correcta, infundiendo en el hábitos de comportamiento y normas con las cuales le está edificando para que sea sumiso a sus autoridades, es Dios Padre más perfecto que cada uno de nosotros por eso su anhelo es hacernos hijos correctos, sabios y sobre todo salvarnos de cometer pecado y de caer en la perdición dejando al castigo nuestra alma.

El Padre te da libre albedrío, para que puedas escoger entre lo bueno y lo malo, haciendo que tu carácter se forme. Sus mandatos existen y rigen nuestras libertad, nuestra vida, es de nosotros tomar la determinación de vivir bajo su gracia o bajo su ley, el que este bajo la ley recibe castigo y no es Dios Padre un castigador, sino el castigo es el resultado de quebrantar la ley, pero estar en obediencia es disfrutar de la gracia de nuestro amado Padre, quien desea darnos siempre lo mejor a nosotros sus hijos por eso nos disciplina.

William González Velasco.
M.P.N.

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